top of page
Buscar
Foto del escritorTatiana Conde

Obsolescencia Programada

Si, OBSOLESCENCIA. Se cree su origen es de 1932, cuando Bernard London (Agente inmobiliario ruso-estadounidense) intentó terminar con la Gran Depresión, haciendo que la obsolescencia sea planificada y obligatoria por ley. Luego el término fue popularizado por Brooks Stevens, diseñador industrial, en 1954, quien lo utilizó como título para su conferencia sobre publicidad.


Bueno, pero ¿Qué es la Obsolescencia Programada?

Básicamente es la vida útil de un producto, la cual está determinada por el mismo fabricante en la fase de diseño, no por sus elementos o deterioro natural. Obligando al consumidor a tener que reemplazarlo por uno nuevo.



El primer producto que sufrió de obsolescencia programada fue la bombilla al momento de su creación. Thomas Alba Edison creó un primer prototipo de bombilla incandescente que duraba 1500 horas, que luego se lograría llevar a 2500 horas. En el momento todos los fabricantes y empresas lo vieron como un éxito, hasta que las grandes compañías se aliaron para formar el Cártel Phoebus (integrado por Osram, General Electric y Philips) y decidieron que las bombillas debían tener una vida útil máxima de 1000 horas, y se penalizaría a quien no lo hiciera así. Entendiendo claramente que a mayor vida útil de un producto, menores eran las ventas.


Luego se utilizaría la publicidad para llevar al consumo de los nuevos productos, donde la gente no se ve obligada a cambiar por nuevos artículos, sino que es convencida de que ellos lo quieren y precisan.

Se aumenta la demanda y oferta constantemente. Entrando en la rueda del compro, tiro, compro.



La obsolescencia puede darse por diversas razones:

Cuando el producto deja de funcionar o falla algún elemento. Casos como el tubo flexible de una aspiradora o la batería de un smartphone son algunos ejemplos.

Ausencia de repuestos que impiden su reparación. Esto pasa con los coches con cierto número de años para los que no existen repuestos y cuya única alternativa es localizarlos en la chatarra.

Descatalogación, como puede ser lo que le sucede a los libros de texto en el colegio, a los que cada cierto tiempo se le realizan cambios para que no puedan pasar de unos alumnos a otros.

Incompatibilidades con nuevos productos, como el caso del hardware y el software o los videojuegos.

Causas psicológicas, producidas por el continuo lanzamiento de nuevos modelos y versiones, visto, sobre todo, en la tecnología o en la ropa.

La caducidad, usada, de manera habitual, en productos alimentarios o medicamentos al introducirse una fecha en la que consumirlos preferentemente.

Se han ido agregando diferente tipos con el paso del tiempo, como puede ser la Obsolescencia Ecológica, con el argumento de que los productos nuevos son más "verdes" que los anteriores, incitando al cambio, aún cuando los anteriores siguen en funcionamiento.

Se suma a estos la Obsolescencia por moda, año a año cambian los colores, los cortes, distintas características que determinan la moda actual, llevando y convenciendo de la necesidad de cambiar, ya sea en la vestimenta como todo tipo de productos.


¿Qué se genera con todo esto?

Desperdicio y más desperdicio. El consumismo imparable y cambio constante solamente generan la necesidad de mayor producción, extracción de recursos y alimenta la producción lineal de la que hemos hablado anteriormente.


Han surgido movimientos como el SLOW FASHION, que llevan a un consumidor más selectivo, pensante al momento de la compra de vestimenta. Así como otros tipos que llevan a una conciencia mayor al momento de consumir y comprar.

Algunos países europeos comenzaron a crear normas, poco a poco, que limitan este comportamiento, obligando a las empresas y fabricantes a realizar productos sin obsolescencia programada, teniendo una vida útil hasta su deterioro natural.


 

Está claro que la obsolescencia programada se creó para el crecimiento económico en épocas de baja producción y consumo. Así como es evidente el daño que esto ha causado en el planeta, donde ya no queda lugar donde no haya un vertedero de basura mundial, extrayendo hasta la última gota los recursos del planeta, destruyéndolo de a poco a lo largo de los años.

Si bien las empresas se ven forzadas en algunos países por normas que van surgiendo, a eliminarla, es imprescindible que la humanidad entienda y cambie el paradigma de comprar, tirar, comprar.





Comments


bottom of page